La cultura argentina ha trascendido en el tiempo convirtiéndose en una de las más relevantes de todo el continente. Esto se debe a un gran número de leyendas que se han contado de generación en generación y que logran representar el imaginario y el mundo a través de ciertos elementos ficcionales y algunos reales.

Argentina tiene una gran cantidad de leyendas que han formado la cultura y la sociedad. Por ello, hoy hemos recopilado 15 de las leyendas argentinas cortas para niños y adultos que más relevancia tienen a nivel nacional e internacional.

Leyenda de la flor de ceibo

Esta leyenda es importante porque forma parte de la identidad del país. El ceibo es la flor nacional de argentina y existe una leyenda que explica cuál es el origen del árbol que da esta hermosa flor. Quien protagoniza esta leyenda es Anahí, que era la menor de la casa, y era miembro de la tribu guayaquí.

Anahí vivía en el río Paraná, y no gozaba de una gran belleza. De hecho, la describen como una chica poco agraciada. Pero tenía una hermosa voz que hacía que todos a su alrededor se pusieran felices. Se dice que su voz no solo tenía efecto en las personas, sino también en las aves, y conseguía calmar las aguas de los ríos.

Pero un día, al inicio de la primavera, llegó una tribu muy peligrosa a donde vivía Anahí. Esta tribu comenzó a matar a todos, entre ellos a los hermanos y padres de la joven, así que esta decidió luchar valientemente por el honor.

Era tanta la ira y la fuerza que tenía Anahí, que ninguno de los enemigos era capaz de apresarla, hasta que varios se juntaron y lo lograron. Una vez atrapada, Anahí estuvo llorando días y noches incontables hasta que una noche en la que no había luna, decidió escapar. Para ello atravesó toda la selva, pero sin demasiada suerte fue encontrada por uno de los vigilantes.

Pero Anahí no iba a parar hasta escapar, así que cuando intentaron detenerla, esta le clavó un puñal en el pecho a uno de los vigilantes. Y aunque trató y trató, no logró escapar, entonces la ataron a un árbol y allí comenzó a cantar una melodía que hizo que el fuego sirviera como barrera para que la protegiera.

Al día siguiente, cuando amaneció, los vigilantes fueron a ver a Anahí, y no la encontraron. Lo que hallaron fue un árbol nuevo, que tenía flores rojas y algunas ramas con espinas. Aquel era un Ceibo y las flores se convirtieron en las flores nacionales de Argentina.

Leyenda del Lobisón

Esta es una leyenda guaraní, que es probablemente una de las más importantes del continente.

Y la historia cuenta que Lobisón era el séptimo hijo de Tau y Karana. Este era preso de una maldición que le pusieron a los padres.

Esta maldición hacía que las noches de los viernes en las que había luna llena, Lobisón dejara su forma humana y se convirtiera en una criatura que era mitad perro y mitad hombre. Aquella transformación era terrible para Lobisón, porque siempre sentían inmenso dolor y para que nadie le viera, se iba a los montes más altos para ocultarse.

Una vez la transformación terminaba, Lobisón se levantaba del piso y se veía convertido en un perro enorme y con unos ojos rojos que desataban el temor de cualquiera. Aquella forma animal se mantenía en Lobisón hasta que la oscuridad desaparecía, ya que al llegar la luz de sol, volvía a ser un hombre común.

La leyenda cuenta que cuando Lobisón está transformado, es capaz de aterrorizar a los perros que siempre aúllan y ladran por las noches. Siempre se encuentra en campo santo y su alimento preferido son los restos de los muertos.

Leyenda de la yerba mate

Esta leyenda también es guaraní y cuenta que Yasí, quien es la diosa de la luna, un día decidió conocer la tierra. Esta quería ver por sí misma todas las maravillas que este territorio guardaba. Así que decidió bajar junto a Araí, que era su gran amiga además de la diosa nube.

Al bajar, ambas se convirtieron en dos chicas muy hermosas y comenzaron a explorar toda la tierra. Pero cuando se sintieron casadas decidieron buscar un sitio para descansar, y encontraron una pequeña cabaña que estaba entre muchos árboles.

Las diosas decidieron ir a aquella cabaña y al llegar se encontraron con un yaguareté que las acechaba. Y de un momento a otro el animal salta sobre ellas para atacarlas, pero cayó en el suelo porque alguien le había lanzado una flecha matándolo en el acto.

Quien salvó a las diosas era un cazador, que además de protegerlas, le ofreció posada en su cabaña. Una vez en la cabaña, el cazador les presenta a su hija y a su esposa. Y le ofrece una tortita de maíz que era el único alimento que tenía en casa.

Al día siguiente, las diosas les agradecen al hospitalario cazador y a su esposa por la ayuda que le han brindado, y se marchan para volver al cielo. Ya en el cielo, para Yasí, aquella experiencia fue sorprendente y cada noche se acordaba de lo sucedido. Por lo que decidió premiar al cazador que la había salvado.

Entonces la diosa decidió tirar unas cuantas semillas mágicas cerca de la cabaña del cazador, y al día siguiente ya habían crecido arboles con hojas verdes y diminutas flores. Al día siguiente, la familia se levanta y ve aquellas ramas y flores que no conoce y al instante ve un punto brillante en lo más alto del cielo y comprende que es la chica que había encontrado en el bosque.

En ese instante, dice “Soy Yasí, la diosa de la luna y he venido a traerles un presente por su generosidad” luego comenta que la planta se llama caá y hará que jamás estén solos. Además, esta será una planta para todo el mundo, y un símbolo inequívoco de amistad. También dijo que la hija de la familia sería la dueña de la planta así que jamás morirá y siempre será bondadosa e inocente.

Luego, la diosa le muestra cómo extraer las hojas y hace el primer mate de la historia, para luego volver al lugar que ocupa en el cielo.

Leyenda del volcán Lanín

En Neuquén, es una provincia de Argentina se encuentra el Volcán Lanín, que durante mucho tiempo fue considerado un sitio sagrado por los mapuches. Es por ello que a lo largo de los años se han desarrollado diferentes leyendas que explican su origen.

La leyenda cuenta que en un tiempo muy lejano la cumbre de este volcán siempre estaba protegía por un pillán. Este era un espíritu encargado de proteger la naturaleza de cualquier daño que pudieran causar los humanos.

Entonces, un día varios miembros de la tribu Huaiquimil decidieron ir a cazar al lugar en el que se encontraba el volcán. Pero allí se encontraba el pillán que los observaba detenidamente y cuando vio que comenzaron a cazar a los animales se enfureció de tal manera que el volcán hizo erupción.

Los lugareños tuvieron mucho miedo, así que fueron a casa del hechicero que les dijo que para solucionar el problema, debían dar en sacrificio la vida de la hija menor del cacique. Esta joven no era otra que Huilefún, una de las chicas más queridas de toda la tribu.

La chica, no tuvo opción, resignada a que este sería su fin decidió hacerlo para así salvar a todos los habitantes. Así que la acompañó el joven más valiente de la tribu y un cóndor tomó a la chica en sus garras para lanzarla en el interior del volcán, al hacerlo una nevada apagó de inmediato el volcán.

La leyenda asegura que desde ese instante, el volcán tiene en su interior a la chica, por ello es que se han mantenido callado.

Leyenda del Gauchito Gil

Hay una leyenda en Argentina que cuenta la historia de Antonio Mamerto Gil Nuñez. Este era un gaucho al que le apodaban Gauchito Gil. Este era el mejor en el dominio del falcón y tenía una mirada que infundía respeto en cada uno de sus adversarios.

El Gauchito Gil era uno de los peones rurales más conocidos, y un día formó parte de la Guerra de la Triple Alianza. Allí, sufrió varias consecuencias de la guerra, pero no le bastó, porque después batalló en contra de los federales una vez formó parte de la milicia.

Pero en una ocasión el dios Ñandeyara se apareció en sus sueños y le dijo “No quieras derramar sangre de tus semejantes”. Aquella aparición fue reveladora para Antonio, así que decidió abandonar definitivamente el ejército.

En ese momento, la deserción era un acto de traición, así que esto lo llevó a ser sentenciado a muerte. Además de que lo perseguían por haber conquistado a una mujer que había sido prometida del comisario del lugar.

Con aquellas dos acusaciones, las persecuciones comenzaron, y el Gauchito Gil finalmente fue atrapado. Luego fue colgado en un árbol de espino y la leyenda cuenta que este antes le dijo a su ejecutor “Reza en mi nombre por la vida de tu hijo”.

El ejecutor cumplió su labor y colgó al Gauchito Gil. Y cuando llegó a casa, se dio cuenta de que su hijo estaba muy enfermo y al instante recordó las palabras de aquel ahorcado. Entonces decidió rezar en su nombre y el pequeño se curó al instante.

Aquello había sido un auténtico milagro, por lo que el ejecutor comenzó a rendir culto al cuerpo sin vida de Gauchito Gil convirtiéndolo en una especie de santo.  

Leyenda de El Futre

En las ruinas abandonadas entre el tren que unía Mendoza y los Andes hay un misterio que se ha trasmitido de generación en generación.

Se dice que en el año 1887 había una empresa inglesa que era la encargada de desarrollar el proyecto de obras de aquel ferrocarril.

En este proyecto había un trabador peculiar que era apodado “El Futre” y esto se debía a su espectacular vestimenta. Este hombre era de origen inglés y ha trascendido en el tiempo porque se dice que se convirtió en un alma en pena que aún habita en ese lugar.

La leyenda cuenta que durante la construcción de Ferrocarril Trasandino sucedió algo inexplicable. Allí se encontraba El Futre, quién se encargaba de hacer los pagos a los obreros de la construcción.

De manera sorpresiva, una noche aquel hombre fue asaltado, y además asesinado por un grupo de maleantes que estaban en la zona. Esta fue una terrible muerte, por lo que se dice que El Futre continúa vagando por las montañas de Mendoza y va en la búsqueda del dinero que le robaron cuando lo mataron.

Leyenda del fin del mundo

Esta leyenda cuenta que Dios siempre estaba recorriendo la tierra para visitar la tribu de mocovíes. Lo curioso es que nadie lo recibía tal como él lo esperaba. Esto se mantuvo así hasta que llegó a la casa de un mocoví que lo recibió con total amabilidad.  

Cuando este se sintió bien recibido, le contó al mocoví que el motivo de su visita a la tierra era anunciar que se acercaba el fin del mundo. Así que le dijo al mocoví que construyera una canoa que estuviese hecha con pieles de animales. Además le aconsejó que llevara en ella comida suficiente para varios días.

De inmediato, el mocoví hizo exactamente lo que Dios le había aconsejado y al terminar comenzó a llover. El mocoví y su familia se montaron en la canoa y poco después aquella llovizna se convirtió en una lluvia torrencial. Esto hizo que los demás mocovíes  se fueran a las montañas, pero no tuvieron éxito, pues igual se ahogaron. En cambio, la canoa de la familia jamás se hundió.

Pasaron los días y al fin la lluvia se detuvo, así que el mocoví dejó en libertad una paloma porque no encontraba lugar para posarse. Después, envió un cuervo a que hiciera una inspección, para determinar si había un sitio seco en el cual quedarse.

Finalmente, el cuervo encontró un lugar seco, pero no volvió, así que se dio cuenta de que había llegado a un sitio seguro y fue a donde se dirigió el cuervo. Y allí se quedaron para siempre y sus descendientes se convirtieron en los únicos mocovíes sobrevivientes.

Leyenda de los wichis sobre la creación de los ríos

Los wichis eran pobladores del chaco salteño. Esto consideraban que Tok’ uaj era el héroe del lugar y que se había encargado de hacer el río Pilcomayo y además les enseñó a pescar. Este se regía por las órdenes del Dueño de las aguas.

Cuenta la leyenda que en el inicio de los tiempos, el mundo estaba solo lleno de agua, así que Tok’ uaj decidió hablar con Dios para que creara la tierra, porque era imposible vivir siempre sobre el agua.

Ante aquella petición, Dios decidió crear la tierra, y también a los animales además de cada cosa que en el mundo había. Y se reunieron el Dueño de las aguas, el Dueño del río y el de los peces y acordaron que era necesario crear un río, y el elegido para ello fue Tok’ uaj.

Para esta construcción, le dieron una varilla de hierro y le dijeron que con ella partiera el palo borracho. Esto hizo que saliera agua y los peces, con esto también le dijeron que cuando tuviera hambre, podría comer los peces, pero solo los medianos y no los que fuesen más grandes.

En un primer momento, Tok’ uaj hizo caso a cada una de las órdenes y no tomó ningún pez grande. Hasta que un día tenía mucha hambre y tomó uno grande que comió hasta saciarse. Luego, tomó un pez dorado y también lo comió. Ante aquello, el dueño de los peces se molestó y lo persiguió con la fuerza del agua.

Viéndose perseguido Tok’ uaj comenzó a correr, pero el agua era mucho más rápida. Así que para salvarse se transformó en piedra y después en un palo. Pero inevitablemente chocó con otros palos haciéndose trizas y muriendo al instante. Así que por ello es que los ríos no van a una sola dirección, sino a varias ya que Tok’uaj faltó a los designios de Dios.

Leyenda del Cerro de los Siete Colores

Las leyendas sirven, en ocasiones, para explicar el origen de las cosas, tales como acontecimientos geológicos interesantes y esto es lo que sucede con el Cerro de los Siete Colores. Un lugar que tiene un origen realmente fantástico y una leyenda maravillosa.

La historia cuenta que había un pueblo que se llamaba Purmamarca específicamente en la provincia de Jujuy. Allí, los paisajes no eran nada vivos, todo era muy apagado, plano y sin demasiada emoción.

Hasta que un día, los niños que vivían en esa tierra les preguntaron a los padres qué tenían que hace para que los paisajes fuesen mucho más alegres. Los padres, ante aquella pregunta no supieron qué responder, pero los pequeños ya tenían una solución en mente.

Para acabar con los paisajes grises, tomaron pintura de varios colores y por la noche fueron al cerro a pintarlo. Esto lo hicieron por 7 noches seguidas y en la última, los padres de estos despertaron en la noche y se percataron que los niños no estaban en la cama.

Por lo que los padres decidieron emprender una búsqueda para hallar a los niños. Cuando vieron el cerro, se dieron cuenta de que este estaba pintado de colores. Y desde ese momento, el cerro cobró vida para alegrar a cada uno de los lugareños.

Leyenda de la luz mala

La leyenda de la luz mala es una de las más importantes de Argentina. En el pasado, se le llamaba “La luz buena” aunque también es conocida como el fantasma dentro del farol. En cualquier caso, se trata de una especie de aparición que sale solo en las noches y tiene forma de luz brillante. Esta flota muy cerca del suelo y espanta a las personas.

Se dice que aquella luz puede estar detenida o moviéndose. También, algunos relatos aseguran que la luz puede perseguir a quien quiera atemorizar, pero esto no es lo común. En sí, la leyenda cuenta que se trata de un alma en pena que pertenece a una persona fallecida que no tuvo una sepultura cristiana.

A las personas que lleguen a tener un encuentro con aquella luz, se les recomienda que hagan una oración y muerdan la vaina de un cuchillo. Y si la luz no les deja en paz, pueden defenderse con un cuchillo, porque ninguna otra arma les salvará.

Además, esta leyenda tiene diferentes interpretaciones de acuerdo con el lugar en el que se manifieste. Específicamente en el noroeste del país, se dice que es el “Farol de mandinga”. Y narran que esta luz aparece en cerros y quebradas luego de que se ha puesto el sol. Además, se posará solo en lugares en los que hay tesoros.

Si bien la mayoría de las personas no cava en donde aparece la luz por miedo a la leyenda, quienes lo han hecho siempre encuentran algunos objetos metálicos o piezas de alfarería.

Leyenda del Palo Borracho

Esta leyenda ha sido bastante controvertida, porque aunque se llame Palo Borracho y se piense que es un borracho. Diferentes hombres que han sido criados en la selva aseguran que en realidad es la representación del cuerpo de la mujer.

La leyenda cuenta que este árbol muestra a una mujer en las tres etapas de la vida. Inicia con la juventud al ser un árbol con tronco esbelto. Luego, el de la plenitud, que entendemos como la adultez en la que el árbol toma una figura mucho más vigorosa. Y finalmente, está la época de la vejez, en la que tiene forma de matrona.

Por ello es que en algunos lugares del río Pilcomayo, este árbol recibe el nombre de “Mujer” aunque a veces se refieren a él como “Madre pegada a la tierra”. Apegados a esta teoría, la leyenda segura que en una tribu había una chica muy hermosa que tenia a todos los hombres locos por ella.

Pero un día, la tribu tuvo una guerra, el novio de la chica fue a pelear, y ella se quedó en casa profesándole amor para toda la vida. Con el paso del tiempo la preocupación aumentó porque los guerreros no retornaban hasta que se dijo que jamás volverían.

La chica sintió un inmenso dolor por su pérdida. Su corazón tenía una herida que jamás podría sanar así que se negó a conocer a cualquier otro pretendiente. Fue tanto su dolor, que un día fue a la selva y se quedó allí para morir.

En una ocasión, unos cazadores la encontraron y cuando quisieron levantarla se dieron cuenta que de sus brazos brotaban ramas y de sus dedos salían flores. Así que los cazadores salieron corriendo sorprendidos.

Estos fueron al pueblo a contar todo lo que había sucedido, así que al día siguiente un grupo más grande decidió ir al lugar a ver qué pasaba. Una vez llegaron, en el mismo sitio en el que el día anterior estaba la joven, ahora había un árbol grande y con flores que ahora eran rosadas.

Y la leyenda cuenta que la chica se convirtió en el árbol, y al principio sus flores eran blancas por las lágrimas que había derramado, pero estas luego se convirtieron en flores rosas, por la sangre que su amado derramó en la guerra.

Leyenda de las cataratas de Iguazú

Esta leyenda narra que hace muchos años, en las orillas del Río Iguazú se encontraban los guaraníes. En este sitio también estaba el dios Boi que era el protector de aquella tribu. Un día, el dios conoció a Naipí quien era la hija del señor de una ladea. Al instante, el dios se obsesionó con la chica y pidió su mano.

Ante aquella solicitud, el padre de la chica la aceptó, pero no le dijo nada a Naipí. El asunto es que la chica estaba perdidamente enamorada de Tarobá, que era un chico de otra tribu. Naipí estaba decidida a estar con Tarobá, así que el día de la boda con el dios, acordaron que escaparían juntos.

Durante la boda, la chica pudo escapar y buscó a su enamorado que estaba a la espera en una canoa. El dios se dio cuenta de esto y comenzó a perseguirla y levantó la tierra hasta que un pedazo del río de elevara.

Aquella elevación formó una catarata que consiguió separara a Naipí de Tarobá. Además, el dios convirtió al chico en un árbol, y a la muchacha en una piedra que se encuentran en el centro del río. Luego, el dios se mantuvo oculto en una cueva para impedir que estos se unieran. Pero después de cada lluvia sale un sol intenso que forma un arcoíris que hace que los jóvenes se junten.

Leyenda de El Crespín

La leyenda cuenta que en el pasado existía un matrimonio formado por unos campesinos. Estos se dedicaban a labrar la tierra y a cultivar alimento para poder vivir. El problema es el hombre era muy trabajador y dedicado a las labores de la siembra, mientras que la mujer era haragana y le encantaba bailar.

En una ocasión, la cosecha había sido más grande que nunca, así que el trabajo se multiplicó. Todo esto tenía que hacerlo el hombre solo, porque la mujer no había nada, solo bailar. Hasta que un día aquel hombre se enfermó y le pidió a la mujer que fuera el pueblo para comprar medicinas.

La mujer le hizo caso, y fue al pueblo, pero en el camino se encontró con una fiesta. Decidió detenerse para descansar, pero inevitablemente terminó bailando y disfrutando. Cuando la mujer estaba más feliz, le avisaron que su marido se estaba sintiendo mucho peor, pero a ella no le importó.

Aquella fiesta se alargó varios días, y la mujer continuó bailando sin importar que su marido ya estuviera muerto. Ante esto, algunos vecinos decidieron velar al hombre, y lo enterraron sin que la mujer se enterara.

Cuando al fin la fiesta terminó, la mujer volvió a la casa, y encontró que estaba sola. En ese momento comenzó a llorar y a sufrir por la pena que sentía. Así que deambuló por la noche y el día por todos los lugares llamando entre llantos a su marido.

Un día, cuando ya no soportaba más dolor, por lo que le pidió a Dios que le diera alas, para así buscar a su esposo. Así que Dios decidió convertirla en un ave. Esa ave es una muy solitaria y huraña que en las épocas de cosecha llama a su amante con el nombre de “Crespín”

Leyenda de la Telesita

La leyenda de la Telesita se ha puesto en tela de juicio en diferentes oportunidades porque es una de las figuras más misteriosas de todo el imaginario argentino.  Esta se trata de un personaje aparentemente verdadero de Telésfora Castillo y se dice que era una chica que se dedicaba a la danza en el siglo XIX.

La leyenda narra que existía una chica llamada Telésfora Castillo o Telésfora Santillán. Esta era una chica muy joven y hermosa que su única adoración era la danza. El problema es que tuvo una terrible muerte pues falleció entre llamas.

Esta historia tiene varias versiones, y una de ellas asegura que a la chica quedó encantada por el sonido de una caja. Así que comenzó a bailar sin control alrededor de una fogata. Por sus movimientos y el largo vestido que tenía, las llamas prendieron las telas y murió quemada.

Luego de esto, se dice que el alma de la chica tiene la capacidad de hacer milagros. Cuentan que puede aparecer lo que se ha perdido, pero para ello, el interesado deberá hacer un ritual en el que demuestre sus habilidades para el baile.

Leyenda del hornero

Esta historia relata que había un cazador que llevaba por nombre Yahé. Un día, se acostó a dormir luego de haber trabajado incansablemente. Así que tomó una siesta a la orilla de un río. Cuando despertó, ya había oscurecido, y vio a la hija del cacique. En ese momento, y de un flechazo, ambos quedaron perdidamente enamorados.

Pero como aquella era la hija del cacique, quien quisiera tomar su mano debería competir en las fiestas de la cosecha. Así que Yahé no lo pensó dos veces y quiso participar, el asunto es que había demasiados competidores porque la chica era la más hermosa del lugar.

Aunque los contrincantes eran fuertes, y las pruebas muy duras, Yahé y otro conteniente consiguieron llegar a la final. Esta prueba consistía en permanecer quietos encima de los cueros de yaguareté mojados por nueve días.

El otro contrincante solo pudo estar en los cueros durante tres días. Y cuando llegó el día nueve, los cueros fueron quitados y Yahé era el ganador. Pero lo que les sorprendió en que al ver el cuerpo, este se había convertido en un hornero y el pájaro fue a un árbol y creó un nido.

Así que la chica le solicitó al dios Tupa que también la convirtiera en un pájaro. Y así, ambos amantes vivieron felices porque se convirtieron en horneros.

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La Ejemplopedia (20 de julio de 2024) 15 Ejemplos de Leyendas argentinas cortas para niños y adultos. Recuperado de: https://ejemplopedia.com/leyendas-argentinas-cortas/.

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